ACORTANDO DISTANCIAS
Del 14 al 17 de noviembre de este 2020, dentro de la programación del 45 Festival Internacional de Teatro de Vitoria-Gasteiz, organizado por la Red Municipal de Teatros de la ciudad, estrenaremos nuestro espectáculo “No me toques” Juan 20:17.
Lo que pretendemos con este artículo es, como dice el título, acortar distancias, que podáis situar y comprender, más allá de una mera sinopsis, el contexto de esta propuesta escénica.
El punto de partida de “No me toques” Juan 20:17 es el de intentar comprender como funcionan los resortes del miedo en la sociedad actual y en el contexto que nos acoge en estos precisos instantes. La pandemia ha desatado esos resortes, han sido provocados por un peligro invisible que utiliza el aire que respiramos para extenderse y a los otros para propagarse. Nuestro cuerpo es el transmisor y a la vez la víctima, lo que nos ha hecho recuperar de una manera abrupta esa sensación, perdida por los usos digitales contemporáneos, de tener una corporeidad. Una manera ciertamente cruel de ser conscientes nuevamente de nuestro cuerpo.
Enmarquemos el ámbito temporal y la situación general en la que se desarrolla la historia de este espectáculo teatral.
Año 2040. Hace dos décadas la pandemia trastocó el sistema a nivel mundial. Los parámetros socioeconómicos que habían regido hasta entonces quedaron invalidados y se impusieron, con el pretexto sanitario, nuevos criterios. Nunca se encontró la vacuna o al menos eso dijeron los laboratorios y fueron precisamente las industrias farmacéuticas las que monopolizaron el negocio de los contagios voluntarios y controlados que otorgaba, a quien económicamente podía permitírselo, el pasaporte inmunitario. Este pasaporte permitía el desarrollo social, laboral y económico al poseedor. Aparecieron decenas de empresas en todos los países e hicieron negocio con la concesión de estos pasaportes. La población que, por la carencia de recursos, no podía acceder a esos contagios voluntarios quedaba, para siempre, al margen de cualquiera de las ventajas que se obtenían en esos contagios limpios. El contagio sucio, que era el que se producía fortuita e involuntariamente entre la población más desfavorecida, no servía para obtener ese pasaporte, estaba desamparado por la ley y carecía de derechos, además de ser extremadamente peligroso y mortal. Y aquí comienza nuestra historia:
Somos invitados a una jornada de puertas abiertas en una de las más importantes empresas de contagio voluntario del país. Allí presenciamos el tránsito por ese proceso de algunos de sus clientes. Y así conocemos a Magdalena, que se encuentra en el intervalo de cuidados requerido después de producirse dicho contagio y que es dispensado por la propia compañía. Jesús, otro de los clientes, que aún se encuentra en el período, amparado por ley, de reflexión previo a la transmisión, mantiene un diálogo con esta, del que somos testigos, así como de la perspectiva que le ofrece su diferente estado frente al contagio.
Ahora ya sabéis el contexto y la sinopsis. Pero, ¿cuáles son los temas tratados? Hay cuatro temas sobre los que pivota el desarrollo de esta historia. El miedo, es quizás el principal de ellos y está expuesto en esos períodos de incertidumbre e indecisión por los que pasan los personajes. Se desarrolla también una extensión de ese miedo frente a la muerte que es otro de los temas en liza del espectáculo. El narcisismo del individuo en una sociedad distópica como la que viven nuestros protagonistas, que no difiere del que actualmente nos invade. Y finalmente el cuerpo como vestigio sobrante, en un ser humano que ya solo lo recupera a través de la enfermedad y el padecimiento, un cuerpo que solo es recobrado cuando este duele.
Esperamos que el planteamiento os resulte atractivo y que decidáis presenciarlo en las fechas que os informábamos al principio de este artículo. El aforo, por ser un espacio no convencional, es limitadísimo y las localidades, como en anteriores ediciones, vuelan en pocas horas. No os despistéis. Os esperamos.